19 Nov 2008

Asesinato

Por Fabiola

SenkwekweHace dos meses la National Geographic publicó un reportaje titulado "¿Quién Asesinó a los Gorilas de Montaña?". El artículo habla sobre un grupo de hombres armados, todavía no identificado, que en 2007 mató a una familia de 12 gorilas en el parque de Virunga, en la República Democrática del Congo. En el reportaje podemos ver la fotografía del cadáver del "lomo plateado" llevado en andas por personas de la comunidad cercana al parque.

El reportaje es muy interesante por el análisis que hace de la coyuntura y los diferentes intereses en juego que devela la investigación. Pero las cartas que enviaron los lectores, tras la publicación del reportaje, revelan algo esperanzador sobre la pregunta: ¿se puede llamar asesinato a la matanza de una familia de grandes simios?.

1. C. F. escribe:

"El uso de la palabra 'asesinato' para describir la muerte de animales es turbador. La palabra 'asesinato' (la muerte premeditada de un ser humano a manos de otro) es y debe estar reservada para las personas. Usar la palabra fuera de su definición no solamente redefine el término pero también minimiza su significado al igualar a la gente a los animales. Independientemente de cómo uno se sienta hacia los animales, el asesinato de millones de personas en Darfur y otras regiones es un crimen mucho más grande. Nos estamos haciendo insensibles a la matanza de humanos cada vez que los animales son elevados a nuestro nivel".

2. M. F. escribe:

"Gracias por llamar correctamente la trágica, insensata muerte de estos gorilas asesinato. Cualquiera que haya alguna vez mirado a los ojos a un gorila o cualquier otro gran simio sabe instintivamente que estas criaturas magníficas están tan cercanamente relacionadas con los seres humanos que las diferencias son irrelevantes. Si los gorilas no tienen alma, entonces tampoco la tienen los hombres".

3. V. M. escribe:

"Es pasmoso que la matanza de estas criaturas es llamada "asesinato" mientras que la muerte de otras criaturas es considerada "industria de la carne" o "industria de la pesca". Espero que un día los humanos consideremos a todos los seres nuestros hermanos y les demos el respeto y el cuidado que las personas de ese pueblo le dieron a Senkwekwe [el patriarca de la familia de gorilas] y a su familia. La conciencia demostrada por estas personas en el medio de una situación muy difícil de vida es una inspiración".

Que NatGeo publique tres cartas de reacción a uno de sus reportajes es decidor: de las tres, sólo una carta acentúa al hombre por sobre los animales -y considera erróneo calificar de "asesinato" a la muerte de los gorilas-; y las otras dos matizan este antropocentrismo para abogar por la consideración moral de los animales no humanos. Estas dos cartas defienden la igualdad moral entre animales humanos y no humanos, felicitando a los redactores no sólo por usar la palabra "asesinato" para definir la matanza de un animal no humano; sino enfatizando la gravedad del hecho y la justicia intrínseca del calificativo "asesinato".

Estas reacciones reafirman el lazo de conexión entre animales humanos y no humanos. Que una reputada revista tome en cuenta este sentir es porque algo se está tejiendo a nivel moral y ético, que no podemos soslayar, ni mucho menos, aislarlo como un hecho casual: es momento de alzar la voz, de ocupar todos los espacios de debate público incluyendo las cartas al director, los periódicos y las columnas de opinión. Es hora de reivindicar los derechos de quienes no tienen voz, y de apelar a la moralidad de una sociedad adormecida por la rutina. Es momento de redibujar la linea y reafirmar que somos humanos y animales, y trabajar por un mundo más justo para todos.

Fuente: NatGeo. Fuente foto: Gorilla Fund.