Budismo y Vegetarianismo
Por FabiolaPara muchos, es obvio que un budista tiene que ser vegetariano. ¿Por qué? Porque el budismo promueve la consideración de "todos los seres sintientes" como más importantes que uno mismo. Esto con el fin de desarrollar el amor y la compasión, fuentes de felicidad tanto para uno como para los demás.
(Texto escrito por Éric Tanter para Ecosofia.org)
Para clarificar la relación entre budismo y vegetarianismo, debemos entender algunos conceptos claves del budismo.
Conceptos Clave
El budismo contempla 6 reinos en el samsara, que son los ciclos de nacimiento y renacimiento en los que viven todos los seres vivos (o también, los seres sintientes: humanos, animales, insectos, etc.) Cada reino del samsara está caracterizado por una emoción principal que mantiene a los seres conectados en él. En orden descendente esos reinos son:
- El Reino de los Dioses: emoción predominante es el Orgullo
- El Reino de los Semi-Dioses: emoción predominante es el Celo
- El Reino de los Humanos: emoción predominante es el Deseo
- El Reino de los Animales: emoción predominante es la Ignorancia
- El Reino de los Fantasmas Hambrientos: emoción predominante es la Avaricia
- El Reino del Infierno: emoción predominante es la Ira
Un ser se va encarnando (naciendo y renaciendo) en cada uno de estos reinos debido a hechos de su vida pasada, siguiendo la ley del karma.
Se dice que la vida humana es particularmente preciosa por la capacidad que tenemos como humanos de entrar en contacto con las enseñanzas, de entender como funciona el karma, cómo existen los fenómenos (la vacuidad), y por ende, liberarnos del samsara y posiblemente seguir hasta alcanzar la iluminación (budeidad), de modo de ayudar a los demás seres.
Dado que el budismo acepta la noción cosmológica del "sin principio", cada uno de nosotros ha tenido innumerables encarnaciones en todos estos reinos. Por lo tanto, es muy grande la probabilidad de que el perro callejero que ven cada mañana haya sido un ser cercano, incluso su propia madre. Sin hablar de la pobre vaca que terminó en sus platos.
¿Qué nos dice el budismo respecto a nuestras costumbres alimenticias?
Siento que los más extremos de ustedes se decepcionen, pero el budismo no plantea el vegetarianismo como "obligatorio" o prescriptivo (lo cual es una aberración de un punto de vista del jainismo por ejemplo, donde los practicantes son necesariamente veganos). Para tener una prueba de esto, basta ver un reportaje sobre la vida en el Tibet o tener la oportunidad de acercarse a un monasterio tibetano: allí las personas comen carne.
Pero si se sienten decepcionados, es que no entienden la sabiduría detras del "camino medio" enseñado por el Buddha. Por asi decirlo, no existe ninguna regla absoluta en el budismo. Lo que existe son un conjunto de prácticas y preceptos que no son comunes a todos los seres: todo depende del nivel mental que cada uno tenga o viva. Por ejemplo, un precepto es llegar a donar el propio cuerpo si esto es necesario para el bien de otros. Un ser con grandes realizaciones sí da su cuerpo, o (como una reintrepretación) deja otro tomar un trabajo al cual uno también postula, por compasión. Esas cosas no las podemos hacer en el estado mental en que vive la gran mayoría de las personas hoy en día.
Partiendo de esta base, el Buddha dejó diversas enseñanzas para muchas personas distintas. Algunas enseñanzas contradicen otras, porque en realidad están exponiendo una versión más sutil, o más avanzada, de otra enseñanza. Leyendo el libro "Food of the Bodhisattvas" que relata un trabajo del Yogi tibetano Shabkar, uno se entera de que el Buddha en algunas oportunidades habló de no comer nunca carne, en otras habló de no comer algunos tipos de carnes, y en otras se refirió a comer solamente carne que tenga ciertos atributos (por ejemplo: provenir de un animal que haya muerto en forma natural).
El punto fundamental de esto es que no se puede actuar de manera absolutista: si alguien no se siente capaz de no comer nada de carne, sigue siendo mejor que coma menos carne. O incluso que siga comiendo la misma cantidad de carne, pero con la conciencia de que está comiendo carne. De la misma manera, el budismo acepta al hombre que tiene que vivir de la pesca para mantener a su familia. Lo importante es que sea conciente de lo que esta haciendo, y que no goze con la muerte de los peces. Lo atractivo de esta "pedagogía", es que si un día este hombre pescador encuentra otro trabajo, ya habrá desarrollado la conciencia necesaria para dejar de matar animales para sobrevivir.
Todo esto tiene que ver con el hecho que en el karma, la intención de cada acción tiene muchisima importancia. Casi más que el hecho mismo. Piensen en el hecho de ser amable con el objetivo de engañar a alguien, o de matar un criminal que estaba a punto de matar a otras 10 personas. ¿Cuál es la acción?, ¿cuál es la intención?
Ahí radica la explicación de por qué en el Tibet, hasta los monjes y grandes Lamas comían y siguen comiendo carne. El Tibet es un país ubicado a más de 4.000 metros de altura, tiene inviernos largos y dificiles de aguantar, donde no sobreviven las plantas por mucho tiempo del año. Aparte de unas cuantas semillas, no se encuentra nada más. O sea, ser vegetariano en el Tibet es exponerse a la muerte de forma peligrosa. Shabkar fue uno de los pocos valientes que fueron vegetarianos absolutos en el Tibet. Pero era un Yogi, un hombre con un control muy avanzado sobre su cuerpo.
Ahora, despues de la invasión del Tibet por China, y con el establecimiento del gobierno en exilio de S.S. el Dalai Lama en Dharamsala, India, el comer carne está prohibido en las cocinas que dependen del Dalai Lama. Porque en la India sí que se puede vivir bien como vegetariano. Todo el año. Claramente, en nuestras sociedades occidentales, se puede vivir muy bien como vegetariano. Existen todos los productos necesarios para ello, todo el año, muchos restauranes que tienen menú vegetariano, etc. Ahora, algunos no se sienten listos para dejar del todo la carne. No hay ningún mal en eso. De nuevo, lo que importa es hacer las cosas a su nivel, y dejar el tiempo actuar. Darle importancia a la intención. Tomar conciencia de qué se esconde detrás de un pedazo de carne, de a poco va limitando las ganas de comer tanta carne. Comer un poco de carne de vez en cuando, de a poco va permitiendo a uno encontrar cosas ricas en la comida vegetariana. Hasta que uno deja de comprar carne para si mismo. Hasta que deje totalmente la carne. O no. Lo que importa es el camino, la intención. No el punto en que uno está en el camino.
Fuente imágenes: Wikimedia Commons.