Los animales no humanos tienen conciencia
Por FabiolaCientíficos prominentes de diferentes ramas de las neurociencias se dieron cita en la Universidad de Cambridge para celebrar la Francis Crick Memorial Conference 2012, que trató sobre la conciencia en los animales humanos y no humanos. Al finalizar las conferencias, todos los ponentes participantes firmaron la "Declaración de Cambridge sobre la Conciencia", que resumió los hallazgos más importantes de la investigación allí expuesta y discutida.
La Declaración de Cambridge sobre la Conciencia no puede dejar indiferente a nadie, y tal como declararó Philip Low en su presentación de la declaración: "decidimos llegar a un consenso y hacer una declaración para el público que no es científico. Es obvio para todos en este salón que los animales tienen conciencia, pero no es obvio para el resto del mundo. No es obvio para el resto del mundo occidental ni el lejano Oriente. No es algo obvio para la sociedad."
De esta manera, entre otros puntos, la Declaración establece de manera inequívoca algunos hechos científicos observados:
- Los estudios en animales no humanos han mostrado que circuitos cerebrales correlacionados a la experiencia consciente y la percepción, homólogos a los humanos, responden de igual manera ante la manipulación externa.
- que la excitación artificial de las mismas regiones del cerebro genera comportamiento y estados emocionales similares en los animales humanos y no humanos.
- que los circuitos neuronales que apoyan estados como la atención, el sueño y la toma de decisiones parecen haber surgido en la evolución tan pronto como la radiación en los invertebrados, y que son evidentes en los insectos y moluscos cefalópodos (por ejemplo, el pulpo).
- que las aves parecen ofrecer, en su conducta, neurofisiología y neuroanatomía un caso notable de evolución paralela de la conciencia.
- que en mamíferos y aves, las redes emocionales y microcircuitos cognitivos parecen ser mucho más homólogos de lo que se pensaba.
- que ciertas especies de aves exhiben patrones neuronales de sueño similares a los de los mamíferos, incluido el sueño REM
- que los patrones neurofisiológicos que antes se creía que requerían de una neocorteza de mamífero, existen en aves como los pinzones cebra.
- que las urracas, en particular, presentan similitudes con los seres humanos, grandes simios, delfines y elefantes en los estudios de autorreconocimiento en el espejo.
- que los sentimientos emocionales de los animales humanos y no humanos surgen de las redes cerebrales subcorticales homólogas.
Y finalmente declaran: "La ausencia de un neocórtex no parece excluir a un organismo de experimentar estados afectivos. Evidencia convergente indica que los animales no humanos tienen la neuroanatomía, neuroquímica y sustratos neurofisiológicos de los estados de conciencia, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los humanos no son los únicos que poseen los sustratos neurológicos que generan la conciencia. Los animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y aves, y muchas otras criaturas, como los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos."
Esta declaración es de una importancia fundamental para quienes defendemos los derechos de los animales no humanos, pues marca un hito en cuanto al conocimiento científicamente aceptado de los no humanos. Ya no es discutible si los animales tienen o no conciencia: sus estructuras cerebrales indican que si la poseen, tal como los seres humanos son capaces de vivir una vida consciente y de experimentar estados emocionales conscientes.
"Ya no será posible decir que no lo sabíamos", declaró el neurocientífico Philip Low a un periódico brasileño. "Sabemos que todos los mamíferos, todos los pájaros y muchas otras criaturas, como el pulpo, tienen estructuras nerviosas que producen conciencia. Eso quiere decir que estos animales sufren. Es una verdad inconveniente: siempre fue fácil afirmar que los animales no tienen conciencia. Ahora, un grupo de neurocientíficos respetados que estudian el fenómeno de la conciencia, el comportamiento de los animales, las redes neuronales, la anatomía y la genética del cerebro. Ya no será posible decir que no lo sabíamos."
Según explica en la entrevista: "Cuando un cachorro tiene miedo, siente dolor o es feliz, son activadas en su cerebro estructuras semejantes a las que se activan en los humanos cuando sentimos miedo, dolor o placer." (En el video, el investigador Jaak Panksepp demuestra que las ratas ríen y disfrutan cuando les hace cosquillas):
"Los datos son perturbadores, pero muy importantes", declaró Low. "En el largo plazo, pienso que la sociedad dependerá menos de los animales. Será mejor para todos. Un ejemplo: el mundo gasta 20 mil millones de dólares por año matando 100 millones de vertebrados en investigación médica. La probabilidad de que un medicamento que provenga de esos estudios sea probado en humanos (apenas la prueba, porque puede ser que no funcione) es de un 6%. Es una pésima contabilidad. Un primer paso será desarrollar técnicas no invasivas. No es necesario malgastar vidas para estudiar una vida. Pienso que necesitamos apelar a nuestro propio ingenio y desarrollar mejores tecnologías para respetar las vidas de los animales. Tenemos que poner la tecnología en una posición que sirva a nuestras ideas, en vez de competir con ellas."
Este es un evidente paso adelante en cuanto al establecimiento de las bases para exigir los derechos de los animales no humanos. Y debe marcar nuevos derroteros en la discusión científica, ética, legislativa, política y social referente a los animales no humanos y nuestras relaciones con ellos.
Fuente: Francis Crick Memorial Conference. Fuente imágenes: Francis Crick Memorial Conference, Publicenergy.