A los niños ¿les gustan las fiestas con toros?
Por FabiolaEl tema de la tauromaquia está candente en España: a un día de terminar la fiesta de los San Fermines y sus famosos encierros, en pleno verano europeo donde los pueblos y ciudades celebran sus fiestas mayores, poniendo como protagonista indiscutible a los toros. Como contraparte, los activistas por los derechos animales se han volcado a las calles, las plazas de toros, las radios y televisiones para pedir el fin de las fiestas que torturan. En Francia, han pedido que los menores de 15 años no puedan entrar a las plazas de toros, mientras que en Cataluña esa prohibición ya existe. Pero ¿qué pasa con los niños, y su sentimiento hacia las corridas de toros y los espectáculos taurinos?
Un estudio estadístico realizado en 1999 por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, nos revela datos muy interesantes respecto a la percepción, las creencias y los imaginarios sociales de niños/as y pre adolescentes respecto a estos espectáculos.
El estudio propuso a 344 estudiantes (de entre 8 a 14 años) de colegios públicos y subvencionados de Madrid, la redacción de tres temas: si asistieron alguna vez -o no- a una corrida de toros, si las han visto por televisión y si les gusta o no el espectáculo.
Según el estudio, los niños son tolerantes con las personas que gustan de ir a las corridas de toros, aunque a ellos no les guste; y en general, las familias no suelen tener una afición muy grande por la fiesta, aunque a veces van a la plaza o ven las retransmisiones por televisión. Sin embargo, a mi juicio el punto más importante que destaca -también- el estudio, es la relación que establecen los niños entre muerte,sufrimiento y diversión, que a juicio del estudio:
"conforman una estructura que se repite una y otra vez en el discurso bajo un argumento muy común: no resulta lícito que haya gente a la que le gusta divertirse haciendo sufrir hasta la muerte a un animal." (P. 234)
En las conclusiones, se enfatiza la tendencia a reflejar opiniones negativas hacia la fiesta de parte de los escolares, con argumentos como la muerte, el sufrimiento, la diversión y la sangre, de las que se derivan posturas tajantes y decididas a no apoyar la fiesta. Se critica también el hecho de que las personas lucren con la tortura de un animal, y se apoyan estas posturas con escritos muy decidores:
"He estado en una plaza de toros. Huele mal, tiene gradas muy altas, está muy sucio, no me gusta porque matan al toro" (Niña de 10 años). "Creo que no deberían verla los niños porque aprenden a maltratar a los toros y ellos no les han hecho nada". (Niño de 12 años). "Opino que es un espectáculo sangriento donde se hace sufrir a un animal tan bello como el toro para lucimiento de una persona llamada torero" (Niño, 12 años). "Las corridas de toros no me parecen divertidas porque además de matar al toro se divierten matándole" (Niña de 10 años). "Mi opinión sobre las corridas de toros es que son un atentado hacia el derecho a la vida de un animal. Hay gente que dice que gracias a las corridas de toros sobreviven los toros bravos, pero yo pienso que es irónico decir que sobreviven si nacen para ser matados. También dicen y catalogan la tauromaquia como un arte, pero yo me pregunto, ¿es un arte torturar? ¿es un arte matar?" (Niño de 14 años).
Nada más que agregar... las opiniones y juicios de estos niños, futuros adultos de España, ya están marcando el ocaso de la tauromaquia en la península.
Fuente: Documento "Estudios e Investigaciones 1999", Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid. Fuente imágenes: League Against Cruel Sports, Fabalv.