¿Te preocupa el medio ambiente? ¡Hazte vegetariano!
Por FabiolaNo sólo de contaminación de motores se nutre el cambio climático... la ganadería y la producción de carne y leche es una de las industrias más contaminantes (la segunda después del transporte), pero todavía ningún gobierno ni entidad responsable se plantean promocionar un estilo de vida más sano y más solidario con los animales, con el medio ambiente y con la salud humana.
Una vez más parece que el proverbio "Poderoso caballero es don Dinero" se hace realidad. Esta vez, en la tensión existente entre entidades animalistas y los gobiernos y administraciones que debieran estar haciendo algo para frenar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, y poder cumplir así, con un compromiso autoimpuesto por ellos en el protocolo de Kyoto y otros acuerdos internacionales.
Mientras la Unión Europea ensaya fórmulas para mixturar los combustibles (fósiles y limpios), habilitar la producción energética limpia, o recortar las emisiones de combustibles fósiles "castigando" a los contaminadores, se olvidan de una gran verdad, reconocida por un informe de la FAO, y que se relaciona con la alta contaminación que emite la industria cárnica y lechera. Los niveles de gases metano y la contaminación de las aguas subterráneas por esta industria es un lastre del que nadie habla, porque los intereses de seguir explotando a los animales y de seguir "vendiendo la idea" de que la leche y la carne son imprescindibles y saludables, tiene a muchos llenandose los bolsillos de dinero a cambio del maltrato y sufrimiento de miles de millones de animales, y el infarto y enfermedades coronarias de una sociedad occidental enferma de grasas saturadas y colesterol.
Sin ir más lejos, cada día la propaganda televisiva está llena de avisos de yoghures, quesos light, leches fortificadas y cuanta tontería más, que ni siquiera es necesaria cuando estás bien informado de qué cosas puedes -y cuáles no- meterle a tu cuerpo para que funcione perfectamente.
Estamos metidos en una maquinaria que te obliga a consumir lo que ellos quieren que consumas (en este caso, leche y carne), que te amedrenta en caso de que no las consumas (te vas a poner enfermo) y que luego, cuando sucede que te enfermas, te cobra millonadas por los tratamientos médicos, bypasses, medicamentos de grandes farmacéuticas, etc.
¡Es tan fácil contribuir a la disminución de las emisiones contaminantes! Deja de comer carne: un día por semana, luego dos, tres, hasta siete... sentirás cómo cambia tu cuerpo, cómo te sientes más liviano, cómo dejas de contribuir a una negra industria que esclaviza hombres y animales, y verás que nada malo te pasa si aprendes a alimentarte bien.
¡Por tu salud, los animales y el planeta!